Es uno de los primeros trámites que hay que formalizar al adquirir un coche nuevo: el seguro. Su tenencia es obligatoria para cubrir, al menos, la responsabilidad civil, por lo que está prohibido circular por las carreteras españolas si se carece de esta póliza. De hecho, conducir sin seguro está penado con la inmovilización y depósito del vehículo y con sanciones que oscilan entre los 600 y los 3.000 euros. A pesar de este carácter obligatorio, la prima que debe pagar cada conductor varía por determinados factores que van más allá de las coberturas que se contraten que, por supuesto, modifican el precio. Las propias características del vehículo y, también las particularidades de la persona que se ponga al volante.
Respecto al modelo de coche, influye en el precio del seguro en cuanto a que conforme mayor sea la inversión para su adquisición, mejores coberturas se le querrán dar. No es lo mismo comprar un coche deportivo que uno familiar, pues el primero tiene un precio más elevado y, en caso de accidente o avería, la reparación (o la pérdida en caso de no tener seguro) también es mayor. Otras prestaciones de tecnología y seguridad también pueden modificar el precio final de la póliza, para garantizar su arreglo en caso de incidente.
Los lugares habituales de conducción también configurar el coste de la prima. Algunos de los factores que las aseguradoras examinan son el nivel de riesgo y delincuencia de la localidad habitual (relativa a la cobertura por roba), la siniestralidad de la zona, las condiciones climatológicas más habituales, los costes de reparación… Según un estudio publicado por Rastreator.com en 2018, Pontevedra, Cantabria y Cádiz son las provincias donde más caro sale contratar un seguro, mientras que Cáceres, Segovia y Zaragoza, las que menos. El mismo informe cifra unos 583 euros de media en la contratación de un seguro en España. La posesión de una plaza de garaje y si el coche cuenta con dispositivos de seguridad adicionales también influyen.
En cuanto al conductor, los más nóveles deberán pagar más por su seguro, ya que las aseguradoras sobreentienden que su inexperiencia puede propiciar un mayor número de partes. El historial de conducción también es revisado, ya que cuanto menores infracciones y menos accidentes, mejor precio se podrá obtener. Los conductores que exentos de incidencias incluso pueden tener interesantes descuentos. Por último, otro factor de relevancia es el uso que se le va a dar al vehículo. Cuantos más kilómetros se vayan a recorrer, mayor será la prima puesto que es más probable que tenga que recurrir a la cobertura del seguro.